Colombia es uno de los países más visitados de América y particularmente en los últimos años se ha vuelto uno de los destinos predilectos de muchos mexicanos, particularmente ciudades como Medellín, Bogotá y Cartagena. Estas 2 últimas son referentes y sitios obligados por lo que en este post te compartimos los principales atractivos de cada una de ellas.

Empecemos con Bogotá la capital del país, uno de los sitios con mayor historia y cultura de aquella nación. En nuestra visita nos hospedamos en el centro histórico de la ciudad por lo que prácticamente todos los atractivos tradicionales como son monumentos, parques y museos nos quedaban relativamente a una corta distancia caminando, el costo por noche de hotel fue de $1000 pesos mexicanos aproximadamente, nada mal para encontrarse en el primer cuadro de la ciudad.

Día 1: Visitamos el Museo de Botero, en el cual se exhibe la obra de escultórica y pictórica de este destacado artista, el recorrido fue de aproximadamente de una hora y media y el acceso fue gratuito.

Posteriormente visitamos los Museos del Oro y el Museo Histórico de la Policía Nacional el primero resguarda una serie de colecciones arqueológicas, cerámicas y de distintos materiales que forman parte del patrimonio de los colombianos, mientras que el segundo tiene una extensa colección de los bienes incautados a quien hoy por hoy es calificado como el peor delincuente que haya tenido esa nación, Pablo Escobar.

Día 2. Caminamos por la Plaza de Bolivar, algo equivalente al Zócalo de la Ciudad de México y entramos a un recorrido guiado en la Casa de Nariño, sede del Poder Ejecutivo, es decir, de la Presidencia, nos tomamos un café en uno de los cientos de establecimientos de la marca Juan Valdéz y posteriormente subimos en teleférico el Cerro de Monserrate, el cual ofrece sin duda la mejor vista panorámica de la ciudad desde las orillas del santuario situado en la parte más alta del mismo.

En la noche visitamos el famoso y emblemático restaurante Andrés Carne de Res, un lugar al que se tiene que ir de manera obligatoria. Son varios pisos de rumba, música en vivo, reggaeton, bachata, salsa, ballenato y mucho más. Sus platillos son deliciosos y sus bebidas excelentes. Ahí probamos el famoso “Güarito” colombiano que no es otra cosa que aguardiente con un toque de anís. Como dice la canción del cantante Maluma borramos casete.

Día 3. El día posterior lo dedicamos a Zipaquirá, un municipio ubicado a 40 minutos de Bogotá. Aquí se encuentra la Catedral de la Sal, catalogada como la primera maravilla de Colombia. Es uno de los lugares más impresionantes que he conocido en mi vida y ofrece diferentes experiencias y temáticas inolvidables. Es imprescindible comprar un recuerdo como lo son las pequeñas esculturas religiosas hechas de sal o bien una esmeralda, en esa zona son muy comunes y generalmente más económicas que en otras partes del país y del mundo entero.

Día 4. Este día fuimos a la “Zona T” un sitio dedicado al esparcimiento las compras y el ocio, ideal para pasar una tarde relajada y diferente. Aquí encontrarás centros comerciales, restaurantes y un buen número de bares y cafeterías con conceptos novedosos y atractivos. A pesar de ser una de las zonas más exclusivas de la ciudad, si cuidas tu presupuesto encontrarás excelentes lugares a un costo accesible.

Los siguientes días estuvimos en Cartagena de Indias y los distribuimos de la siguiente manera:

Día 5. Nuestro primer día en esta ciudad subimos a la tradicional “Gua Gua” algo así como un tranvía en el cual un guía va narrando los atractivos de la ciudad. En este recorrido hicimos una parada en el Castillo de San Felipe de Barajas y la icónica ciudad amurallada para acabar en diferentes barecitos de la plaza de Santo Domingo.

Día 6. El siguiente día visitamos Barú, una isla con agua cristalina y arena blanca y rosada, situada a 1 hora de Cartagena, nosotros accedimos a través de un Yate que nos llevó hasta la orilla de este paraíso natural. Los platillos más famosos de este sitio son el arroz de coco la Yuca Frita y el Ceviche de Camarón.

Día 7. Finalmente el último día de estancia caminamos y comimos en el Barrio de Getsemaní, un lugar alegre y colorido ideal para una tarde tranquila y de relajación. Aquí se encuentran artistas locales, murales así como restaurantes con un toque casero. Es el sitio perfecto para pasar por Cartagena como un residente de esa ciudad.

Si bien es cierto nuestro viaje no fue del todo austero o en plan “mochilero” hay que decir que hoy en día Colombia sigue siendo un país accesible en cuanto a costos se refiere.

Puedes encontrar vuelos redondos desde los $5000 pesos mexicanos, hoteles de 4 estrellas entre los $1000 y $1300 por noche con habitaciones para 2 personas. Igualmente las entradas y comidas son variadas sin embargo el gasto promedio diario por persona fue entre los $1500 y $2000 pesos mexicanos.

Si aún no tienes plan para estas vacaciones Colombia te recibirá con los brazos abiertos.

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